Datos de interés


Visión binocular

La visión binocular es la capacidad del ser humano para integrar dos imágenes en una sola. El cerebro percibe las señales luminosas que provienen de nuestros ojos a través de impulsos nerviosos. Una vez dentro, se fusionan, se interpretan y se envía una respuesta única y en tres dimensiones.



Alteraciones en la visión del color

La alteración en la visión del color de los objetos es la falta o el funcionamiento incorrecto de las células fotorreceptoras de la retina, encargadas de convertir los estímulos luminosos que provienen de exterior en impulsos eléctricos y producir en el cerebro la discriminación de los colores.

Un ojo con visión correcta tiene tres tipos de conos diferentes, que se distinguen por la longitud de onda y el color primario que producen. La combinación de los tres colores primarios da lugar a todo el rango de colores y la alteración de uno de los conos produce el cambio de la visión del color.

Existen dos tipos de alteraciones, las congénitas y las adquiridas.

Las congénitas están en el individuo de forma perenne como por ejemplo los daltonismos (confusión entre el rojo y el verde) y los monocromatismos. Estas afectan más a los hombres que a las mujeres y afectan a los dos ojos.

Las adquiridas afectan tanto a hombres como a mujeres y se pueden corregir. Normalmente aparecen a raíz de una enfermedad, como puede ser el glaucoma. Afectan sobre todo a ancianos y a niños.

Existen varias formas de detección, pseudoisocromáticas, de ordenación y anomaloscopias.

Las primeras se trata de una prueba donde el paciente debe identificar unos números que aparecen en unas cartas de colores llamadas Cartas de Ishihara. El número es visible para aquellos con una visión correcta pero invisible o difícil de ver para quienes tienen problemas en la visión ya que las cartas y los números tienen el mismo tono pero diferente color.



Las pruebas de ordenación consisten en clasificar, de forma secuencial, una serie de elementos en función de su tono o saturación.

Mediante las anomaloscopias se pretende conseguir igualaciones colorimétricas. Las más utilizadas son las de Nagel y Pickford-Nicholson.


Patologías oculares

DMAE

Consiste en la degeneración macular asociada a la edad y es la causa más común de la pérdida de visión en uno o en los dos ojos (ceguera legal) en personas mayores de 50 años.

Se trata de una enfermedad degenerativa que afecta al área central de la retina e impide la correcta visión durante la realización de las actividades diarias

La principal causa es la edad. La DMAE está asociada a una degeneración macular por el paso de los años. No obstante, existen factores de riesgo que contribuyen a su aparición como la obesidad, el sexo (las mujeres tienen más riesgo de contraer la DMAE), la alimentación, enfermedades y el tabaquismo.

Los síntomas son visión borrosa, distorsión de las líneas rectas y aparición de puntos negros.
Sensibilidad a la luz.


Ambliopía

Ojo perezoso o vago, es el término científico utilizado para describir una disminución en la agudeza de la visión que daña, al menos, dos tercios de la visión de uno de los ojos.

Se trata de una descompensación visual que afecta principalmente a los niños, aunque puede continuar durante la edad adulta si la afección no se ha tratado con éxito. El cerebro favorece a un ojo frente al otro y no siempre aparece por lesiones orgánicas.

Las causas son el estrabismo, la miopía, hipermetropía o astigmatismo en uno de los ojos, cataratas o traumatismos.

Los síntomas generalmente aparece en edades tempranas.

Existe una serie de señales que apuntan a la manifestación de una ambliopía en el niño. Son las siguientes:

Desvío de un ojo.

Mirar de lado la televisión.

Parpadear y frotarse los ojos con frecuencia.

Acercar la vista al libro.

Dolores de cabeza.


Queratocono

Es una enfermedad que reduce el grosor de la cornea y la dota de una forma cónica. Dichos cambios producen un astigmatismo que raramente puede tratarse con gafas dificultando la visión a cualquier distancia. Normalmente aparece en la pubertad y asociada a otras enfermedades oculares y obliga a graduar constantemente las lentes.

Pese a que se trata de una patología que suele presentarse en la pubertad, el queratocono puede aparecer en edades más avanzadas. En este caso, la enfermedad degenera y avanza poco, la agudeza visual es mejor y los astigmatismos son más bajos.


Glaucoma

Se trata de una enfermedad que, poco a poco y de forma gradual, roba la visión al ojo al dañar el nervio óptico. Generalmente, el paciente no siempre es consciente de que padece glaucoma hasta que la enfermedad está avanzada y la pérdida de la visión es considerable.

La principal causa de glaucoma es el aumento de la presión intraocular. Aparece cuando los líquidos naturales del ojo no se drenan correctamente. Con el tiempo, dicha presión puede aumentar y producir el glaucoma.

Los síntomas son visión nublada, náuseas o dolor de cabeza, sensibilidad a la luz, parpadeo excesivo, estrabismo, agrandamiento de un ojo con respecto al otro, lagrimeo excesivo y visión disminuida.

El diagnóstico precoz del glaucoma contribuye en buena medida a prevenir la pérdida de la visión. Para ello, es importante realizar exámenes oftalmológicos de forma periódica.


Cataratas

Las cataratas son la pérdida de transparencia del cristalino, una zona del ojo situada tras el iris que permite enfocar los objetos. El aumento de las cataratas produce un aumento en la opacidad del cristalino y, en consecuencia, una disminución de la agudeza visual.

La patología más común aparece en edades avanzadas, ya que la pérdida de transparencia está relacionada con un desgaste del cristalino por el paso de los años. No obstante, existen algunas variantes que se manifiestan en bebés, niños y jóvenes.

Las causas de la aparición de cataratas son la diabetes, la exposición prolongada a la radiación y luz solar muy intensa, enfermedades oculares o incluso algunos fármacos.

Se trata de una enfermedad indolora y generalmente se manifiesta con la pérdida lenta de visión. Sin embargo, existe una serie de síntomas que pueden ayudarnos a identificar la aparición de cataratas como la sensibilidad al resplandor, la visión nublada o doble, dificultad para ver con poca luz y pérdida de la intensidad de los colores o problemas para ver contornos.